Los seres humanos se esfuerzan en encontrar el amor. En terapia psicológica es común que aparezca el deseo de mejorar las habilidades de comunicación y gestión de los conflictos. Los objetivos generalmente están enfocados en sostener o mejorar una relación importante, encontrar alternativas que vayan en línea con los valores y necesidades o aprender a construir vínculos significativos.
Una de las características que definen al ser humano es la necesidad de conexión social. Es probable que la mayoría opine que el amor es el tipo de relación más fuerte y noble. Inspira a escribir cartas, canciones y poemas emotivos, genera deseos positivos sobre otros, intención de cuidado genuino o incluso adoptar hábitos más sanos. Las personas llevan a cabo múltiples acciones que les permita tener más relaciones interpersonales tales como: invertir en su presentación personal, asistir a eventos concurridos, descargar aplicaciones, gastar dinero en regalos, sacrificar tiempo de descanso y otros. Gran parte de esa búsqueda se enfoca en el sentimiento del amor.
Culturalmente se asocia el amor a las relaciones de pareja, si no pensemos en cuántos libros, canciones, películas, series, telenovelas conocemos que tratan sobre dicho lazo. Sin embargo, ese vínculo en específico no es la única fuente de emoción amorosa. Para comprender mejor esto, partiremos de una pregunta clave:
¿Qué es el amor?
Es un sentimiento que surge en la interacción entre dos o más individuos. Una emoción positiva en la que un ser humano se siente conectado cálidamente. Se compone de tres elementos:
- Intimidad: Es la sensación de cercanía que aparece del conocimiento con el otro.
- Pasión: Se relaciona con el deseo físico y psicológico.
- Compromiso: Se refiere a la decisión consciente de esforzarse y trabajar para que la interacción sea estable y positiva.
Cada uno de ellos se puede experimentar en diferentes niveles y dependiendo de ello se conforma cierto tipo de relación.
Tipos de amor
Cuando no hay amor: Son las interacciones superficiales que se dan con otros a quienes se consideran conocidos. No hay amor porque no aparece ninguno de los componentes del amor ya mencionados.
Agrado o simpatía: Se refiere a las amistades, allí hay interés genuino por los demás, pero no hay pasión y el nivel de compromiso puede ser bajo. No necesariamente se espera longevidad dentro del vínculo.
Encaprichamiento: Es un tipo de relación en el que la pasión prevalece pero los demás elementos son mínimos o inexistentes. A menudo ocurre cuando las personas apenas se conocen y hay una fuerte excitación.
Amor vacío: Son las relaciones en las que solo hay compromiso, es más típico de lazos muy largos en los que la intimidad y la pasión han desaparecido con el tiempo.
Amor romántico: Emerge cuando el compromiso no está, mientras que las otras partes sí.
Amor de compañía: Es el tipo de amor en el que la intimidad y el compromiso son elevados pero la pasión se ha desvanecido. Se caracterizan por ser relaciones profundas en donde hay cuidado y ternura.
Amor consumado: Es el ideal del amor. Los tres ingredientes aparecen y los sujetos lo describen como un amor completo y pleno. Pero esta sensación no suele durar mucho tiempo.
Consejo
Es posible que sientas mayor identificación por alguna de estas definiciones y eso no determina el futuro. Puedes evaluar qué hace falta para mejorar tus relaciones y comprometerte a construir el tipo de relación que deseas. No es una tarea fácil porque no puedes controlar la voluntad de los demás, pero puedes intentar tener un diálogo abierto y compasivo en donde la meta sea llegar a un acuerdo y no ganar una batalla.
Referencia
Hart, R. (2021). Positive psychology. The basics. Routledge. Taylor & Francis Group.
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