Todos hemos vivido experiencias alegres en las que parece que nos desconectamos del mundo. En otras ocasiones hemos sentido una tristeza tan profunda que podríamos calificar como infinita. Nos hemos asustado cuando un animal sale de la nada y nos hemos enojado con otros al recibir un trato injusto. A cada una de esas sensaciones podemos nombrarlas emociones, pero ¿qué es una emoción y para qué sirve? A continuación, te explicamos.

Definición

Las emociones son experiencias universales que todos sentimos durante toda la vida. Sin embargo en la terapia psicológica encontramos que muchas personas no saben a qué nos referimos con el concepto emoción.

Una emoción es un evento psicológico relevante para quien lo experimenta. Surge de manera involuntaria y rápida como respuesta ante situaciones importantes y dura algunos segundos.

Las emociones siempre tienen un antecedente o suceso que las dispara y este hecho se relaciona con las metas de la persona. Si la emoción es positiva entonces se puede afirmar que el acontecimiento va en línea con los objetivos del sujeto. Un ejemplo de esto es cuando haces un esfuerzo diario por dar lo mejor de ti en tu trabajo, estudio o familia y en un momento determinado recibes un buen comentario.

Mientras que las emociones negativas son detonadas por circunstancias que no son coherentes con los propósitos de la persona, como en las rupturas amorosas inesperadas y en donde tenías ilusión por continuar en la relación.

Las emociones se caracterizan por ser una reacción innata del cuerpo. Puede ser automática como: la dilatación de las pupilas, la sonrisa, la aceleración del corazón, la sudoración, entre otras. También hay una tendencia de acción, es decir, sentimos deseos de abrazar, golpear, huir, etcétera. Dichas tendencias no se consideran autónomas sino voluntarias. Entonces en esos ejemplos la emoción influye y de alguna manera invita a realizar esos actos, pero aún así tienes la posibilidad de elegir.

Funciones

Una emoción tiene propósitos y por eso es necesario reconocerla y aceptarla. En primer lugar, comunica. Informa que algo está sucediendo y es valioso para ti. Además, ofrece pistas a los demás sobre tu estado. Por otro lado, te ayuda a tomar decisiones de manera rápida y te orienta a llevar a cabo comportamientos pertinentes.

¿Es posible modificar una emoción?

Una propiedad de las emociones es que pueden ser maleables. Por consiguiente, su regulación es posible. Aunque hay que tener en cuenta que no siempre es la mejor opción. De hecho, en principio lo recomendable es experimentarla tal cual aparece, porque es natural que la sientas y no hay nada de vergonzoso en ello. La única condición en la que se sugiere la regulación es cuando te sobrepasan de forma que te lleven a atentar contra la integridad propia o de otros.

¿Qué puedes hacer si te sientes dominado/a por tus emociones?

Como ya se ha dicho se puede entrenar la manera en que te enfrentas a tus sentimientos. Los psicólogos de la Fundación han diseñado un taller en el que podrás aprender técnicas sencillas que mejoran la intensidad de tus emociones. Entra a este enlace para obtener toda la información.

Referencias

Chóliz, M. (2005). Psicología de la emoción: el proceso emocional. Recuperado de: www.uv.es/=choliz  

Fernández-Abascal, E. G., Rodríguez, B. G., Sánchez, M. P. J., Díaz, M. D. M., & Sánchez, F. J. D. (2010). Psicología de la emoción. Editorial Universitaria Ramón Areces.

Reyes-Ortega, M. A. y Tena-Suck, E. A. (2016). Regulación emocional en la práctica clínica. Una guía para terapeutas. Manual Moderno